Relaciones disfuncionales: 5 señales de alerta

marzo 6, 2023
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Relaciones disfuncionales: 5 señales de alerta

Las relaciones disfuncionales tienen consecuencias en el estado emocional. Por medio de conductas dañinas, las personas que forman este tipo de relaciones se ven afectadas al igual que la relación como tal. Dichas relaciones se distinguen por faltas de respeto, control, celos y chantajes emocionales entre otros.

 

Para entender en qué consiste una relación disfuncional, primero debemos comprender cuáles son sus diferencias con una relación sana o funcional.

 

LAS RELACIONES SANAS

 

Básicamente, en una relación funcional, las personas implicadas se encuentran en un entorno emocionalmente seguro y tienen respeto por la privacidad de su propio espacio y del espacio de la otra persona.

 

Las personas implicadas en una relación sana se sienten capaces de satisfacer las necesidades del otro estando en equilibrio, es decir, entre aquellas cosas en las que se está de acuerdo, sin perder de vista aquello que no le gusta o en lo que siente y piensa diferente. Las relaciones sanas se basan en el respeto, la responsabilidad, la asertividad y la resiliencia.

 

Se aceptan tanto los desafíos, como las decepciones, sin perder el compromiso con la relación, hay apoyo mutuo, cuidado y aceptación de la individualidad y las metas personales. También hay una escucha activa, respetando los puntos de vista de la otra parte aunque sean opuestos. Las relaciones funcionales permiten a las personas crecer y cambiar y se basan en el compromiso desde la confianza, la libertad y valoración recíprocas.

 

LAS RELACIONES DISFUNCIONALES

 

En general y, al contrario de lo que ocurre en una relación sana, las relaciones tóxicas, generan un entorno de inseguridad e inestabilidad emocional para las partes implicadas.  Este tipo de relaciones no son resilientes, es decir, toleran mal los cambios, tampoco suele darse el respeto, ya sea en relación a la privacidad o a las opiniones o deseos personales.

 

Es frecuente que aparezcan celos, sentimiento de posesión, tendencia al rencor, en la parte dominante y de sentimientos de  culpa y rabia en la parte sumisa y la capacidad de comunicarse asertivamente se ve gravemente limitada. A grandes rasgos son relaciones “enfermas” en las que, el apego, no es sano y cuyos mecanismos de funcionamiento están dañados y basados en el poder, el chantaje, la agresividad u otros comportamientos disfuncionales.

 

Tipos de relaciones disfuncionales 5 señales de alerta

 

  • Menosprecio y denigración

El menosprecio se puede dar a través del humor o las bromas, emitiendo juicios sobre las cualidades, competencias o la personalidad del otro, o bien mediante la burla explícita, implicando con esto que todo lo que expresa la otra persona, sus ideas, sus creencias o sus deseos, es algo estúpido. 

 

  • Relaciones basadas en el miedo

Tal vez el miedo sea la forma más disfuncional de relacionarnos. Pero, tristemente, los datos de maltrato y violencia en todo tipo de relación (pareja, familia, etc.) nos muestran que la agresividad y la violencia, ya sea física o psicológica, están a la orden del día. Ya se trate de miedo propiciado por amenazas, por temor a represalias o, directamente motivado por la violencia directa (verbal, psicológica o física) las relaciones fundamentadas en el miedo son completamente disfuncionales. En este tipo de relaciones son frecuentes los abusos, los celos, las agresiones, la manipulación y la mentira. Mientras que, una relación sana nos hace sentir seguros y, aun dentro de las incertidumbres de la vida, nos ofrece un espacio de tranquilidad y estabilidad.

 

  • Obsesión por cambiar a tu pareja

Hay personas que equivocadamente empiezan una relación de pareja porque alguien les atrae, pero no aceptan aspectos fundamentales del otro. Estas personas negocian consigo mismas que con paciencia y esfuerzo podrán cambiar esas partes que no les gustan del otro. Esto es un mito, nadie va a cambiar por el simple hecho de que otra persona intente hacerlo. 

 

  • Control y celos

Muchas relaciones tóxicas empiezan por someter a la pareja con conductas de control. Hay muchas formas (sutiles o explícitas) de hacerlo. Algunos ejemplos serían:

  • Si tu pareja decide sobre qué ropa tienes que ponerte.
  • Si tu pareja también decide sobre qué amigos tienes que frecuentar (generalmente los suyos porque los tuyos no le gustan).
  • Controla tus redes sociales.
  • Te pide que le mandes ubicaciones (por Whatsapp) o fotos de con quién estás.
  • A raíz de sus celos vigila tu móvil o lee tus Whatsapp sin que tu lo sepas.
  • Si permites que tu pareja vulnere tu derecho a la privacidad, estás dentro de una relación disfuncional (como mínimo). No habría que permitir que nadie decida sobre tu propia vida.

 

  • Eres incapaz de salir de la relación tóxica

Si te sientes identificado/a con alguno/s de los puntos anteriores y no eres capaz de salir de una relación disfuncional de pareja, lo has intentado pero no lo consigues o te gustaría solucionar los problemas de tu relación de pareja, puedes pedir ayuda.

 

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